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Terribles dos años

  • Crianza

El período conocido como los «terribles dos años» es una etapa del desarrollo infantil que suele ser difícil para los padres y/o cuidadores. Generalmente comienzan cerca del segundo cumpleaños de un niño y pueden durar hasta los tres años.

Los niños de dos años de edad están experimentando un gran crecimiento y desarrollo en varios aspectos, lo que puede llevar a comportamientos desafiantes y momentos de frustración para todos los involucrados.

Uno de los aspectos más desafiantes de los dos años es el desarrollo del lenguaje. Los niños de dos años están comenzando a hablar, pero todavía no tienen la capacidad de expresar todas sus necesidades y deseos de manera clara. Esto puede llevar a berrinches y llantos, ya que el niño no puede comunicarse de manera efectiva.

Además, están aprendiendo a ser más independientes, lo que a menudo significa que quieren hacer las cosas por sí mismos. Esto puede llevar a comportamientos obstinados y a menudo se traduce en una lucha de poder entre el niño y los padres o cuidadores.

Otro aspecto importante es el desarrollo emocional. Los niños a esta edad están experimentando una amplia gama de emociones, incluyendo alegría, tristeza, enojo y frustración. Sin embargo, todavía no tienen la capacidad de regular sus emociones de manera efectiva, lo que puede llevar a comportamientos impredecibles y explosivos.

En general, la combinación de lenguaje en desarrollo, la necesidad de independencia y el desarrollo emocional puede hacer que los dos años sean una etapa particularmente difícil para los padres y/o cuidadores.

  • Berrinches. Los niños pueden tener dificultades para regular sus emociones, lo que puede llevar a berrinches y llantos intensos.
  • Negatividad. Los niños pueden decir «no» con frecuencia, incluso a cosas que normalmente les gustan.
  • Comportamiento desafiante. Los niños pueden desafiar las reglas y los límites establecidos por los padres y cuidadores, y pueden mostrar comportamientos como golpear, morder o patear.
  • Dificultades para compartir. Los niños pueden tener dificultades para compartir y pueden mostrar comportamientos posesivos hacia sus juguetes y pertenencias.
  • Independencia. Los niños están aprendiendo a ser más independientes y pueden querer hacer las cosas por sí mismos, lo que puede llevar a comportamientos obstinados.
  • Dificultades para dormir. Los niños pueden tener dificultades para dormir, especialmente si están experimentando cambios en su horario de siesta.
Pataleta niña
  1. Mantener una rutina de sueño y comidas. Es importante mantener una rutina diaria que incluya una siesta regular a la misma hora todos los días. Esto ayudará a su hijo a descansar y recargar energías, lo que a su vez puede reducir la irritabilidad y el mal comportamiento.
  2. Ayudar a los niños a regular sus emociones a través de técnicas de calma como respiraciones profundas, abrazos y palabras tranquilizadoras.
  3. Desarrollar habilidades de lenguaje a través de la lectura y la conversación. Leer libros juntos y hablar sobre las imágenes puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades de lenguaje y comprensión.
  4. Redirigirlo cuando sea necesario. Si su hijo está teniendo un mal comportamiento, intente distraerlos con una actividad diferente.
  5. Anticiparse a explicar las situaciones. Si su hijo sabe que no hay tiempo para jugar antes de la siesta, será menos probable que se resista y se comporte mal.
  6. Establecer límites claros y consistentes con los niños de dos años. Los niños a menudo buscan límites y estructura, y pueden sentirse más seguros y cómodos cuando saben lo que se espera de ellos.
  7. Dejar que su niño pequeño tome decisiones. Los niños de dos años están aprendiendo a tomar decisiones por sí mismos, lo que puede ayudar a disminuir el comportamiento desafiante. Ofrezca diferentes opciones apropiadas para su edad y permita que su hijo elija entre ellas.
  8. Evitar situaciones que puedan desencadenar rabietas. Los niños de dos años pueden ser más propensos a tener rabietas si están cansados, hambrientos o abrumados. Evite estas situaciones siempre que sea posible y tenga snacks y juguetes disponibles para mantenerlos entretenidos.
  9. Mantenerse tranquilo. Cuando su hijo tenga un mal comportamiento, trate de mantenerse relajado y tranquilo. La reacción emocional de los padres puede afectar la forma en que el niño procesa la situación.
  10. Felicitar por el buen comportamiento. Es importante reforzar el buen comportamiento de su hijo con elogios y recompensas. Esto puede ayudar a reforzar comportamientos positivos y disminuir los comportamientos desafiantes.

Finalmente, es importante recordar que los terribles dos años son temporales y que los niños continuarán creciendo y desarrollándose. Con paciencia, amor y estrategias efectivas de manejo del comportamiento, los padres y cuidadores pueden ayudar a los niños en esta etapa difícil y emocionante del desarrollo infantil.